Permiteme sentir tu aroma
aquel que celosamente esquivas
con la yema de mis dedos acariciarte
bendiciendo cada una de tus partes,
recorriendo el templo de mis locuras
presentado de forma tan impura
a quien hoy te anhela y preserva
como único culpable de mis torturas
Entre los velos de la noche
sosegar tu sed es lo que más deseo
arribar con mis encantos
tu ser espiritual a mi sendero
fundirme en el calor de tu amor
morirme a tu merced
ser quien te entrega todo
quién te pertenecerá una eternidad.
Acompañame a tus fantasias
conviertelas en mías
sembremos una lejanía
de pasiones, contacto y gemidos
envuelveme con tu furia
paseame por todo tu ser
respira en mis cantos
inspira satisfacción con tu sexo
internate en mi carne
desgarra hasta el último ligamento de cordura
y no pares hasta que el amanecer nos corra.
Proclameme dueña de tu cuerpo y alma sin barreras
torturame con desenfreno
y de una vez por todas
socega estos calores que me infunde tu cuerpo.