En un dia sin esperanzas,
con la rutina incorporada
y a la espera de que algo sobresaliera,
los minutos marchitos enfilaban
firmes y cavisbajos
firmes y cavisbajos
hacia el laberinto del tiempo
Con la sinfonia agotada
de una conversacion como tantas
de repente una luz tenue se incorporó.
Precavido en cada paso o palabra,
abriendo las puertas de su alma a quien quisiera aceptarla,
sin pedir nada y paciente del otro extremo de la charla
su sabiduria y atención mostró.
Resguardaba cada momento atesorandolos,
tan inoscente y puro frente a aquellos ojos
que lo seguian con atencion.
Percibiendo su condicion,
la enseñanza adoptó,
compartiendo su ideología, su credo
decidido, en su medida, a domesticar
a quien las puertas de su corazón abrió.
Persona de celebres virtudes,
llena de cariño y respeto,
supo dar en su correcto momento
el más grande regalo jamás esperado.
Quizás sencillo o trivial ante ojos o almas errantes,
pero con gran aprecio sentimental de quien
desde un principio supo valorar
sus intensiones y dichos
sus intensiones y dichos
ya que un gran amigo vislumbraba desde un inicio.
Eternamente agradecida,
por la sabiduria impartida,
por abrir mis ojos a un nuevo mundo,
por educarme bajo su manto de cariño y bondad
mi corazón quiere,
necesita, hoy más que nunca
necesita, hoy más que nunca
apresiar los lazos creados por este ser tan especial.
A mi gran amigo Osy