domingo, 7 de marzo de 2010

Agonía Expectante



   El silencio socavaba cada triste y pequeño espacio de su cuerpo, el vacio que siente su alma en pena no posee comparación. Con la mirada perdida, dopada por la insuficiencia de su vida, se pregunta a si misma una y otra vez:

                   ¿Por qué?
                   ¿Por qué ahora?
                   ¿Por qué después de tanto, de todo?

   La impotencia de sus actos limitados le da asco. No repara en nada más allá de las maldiciones que emanan de sus últimas fuerzas por no haber podido hacer más, por no haberse expresado como quisiera, por haberse dejado llevar por la razón cuando su corazón en un rincón agonizaba silenciado por su misma voz.
   Todo da vueltas, nada posee ya el mismo sentido. Sus memorias se apelmazan en su cabeza provocandole una herida interna tan profunda que el sólo suspirar la aqueja. Ese desgarrador sentido de un cuerpo lejano, de verdaderas promesas que jamás ha de cumplir,  la destrozan lentamente y de su cara, tan estupefacta como perdida, se comienzan a divisar la naciente y desembocadura de cada una de sus penas mientras la oscuridad las sofoca imponiendo su presencia.
   Bien sabe que su dolor comienza en una conjetura que de ser falsa el tiempo junto a sus ganas la liberarán dandole la posibilidad de sonreir en compañia de nuevo...Pero ¿qué sucedería si resultara a ser verdad?  ¿Si su miedo más grande se cumpliera sin que ella siquiera lo supiera? Es terriblemente devastador imaginar que sólo la ausencia, el silencio infinito de letras jamás escritas tuvieran que ser la confirmación de una muerte en vida.
¡Oh dulce dolor que la acompaña!  ¡Oh mar creciente de sus desahogos!...Si tan sólo pudiese cambiar un poco y haber podido regalar en frutos lo que tanto anhelaba sobrellevando en lo oculto un tiempo sin tiempo...
   Mientras repasa cada detalle en sus cabeza, temerosa de entregar su vida con un adios inconsciente sin ganas de que se presente, ella escucha su presencia..
     "Aló, Aló Cobarde!!!"...
agacha su mirada, esa sencilla y debastadora memoria la conscientiza de sus últimas palabras, de su último encuentro de a dos...Y se pregunta a si misma una y otra vez
                    "¿Por qué?"